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miércoles, 9 de abril de 2014

PSG no pudo con Chelsea de visita y quedó descalificado de la UCL

Foto: www.psg.fr

En los primeros minutos, los parisinos trataron de tomar el control del juego, pero fueron los londinenses quienes crearon la primera ocasión. Por la banda derecha, Oscar perforó la zaga visitante y conectó en el área con Eto’o, que disparó alto (9’). El París reaccionó por mediación de Lucas, que burló por dos veces la defensa de los Blues (12’, 13’). Sin embargo sería el Chelsea quien se mostraría aún más peligroso en un tiro libre de Lampard, desviado por la cabeza de Verratti, que obligó a Sirigu a una estirada de película para desviar el esférico (28’).
Finalmente, los hombres de José Mourinho lograron abrir el marcador al filo de la media hora. En un saque de banda, David Luiz tocó con la cabeza hacia atrás para Schürrle, que empalmó una volea imparable para Sirigu. Con ese marcador, el París aún estaba clasificado para semifinales de la competición. Y así se fueron ambos equipos a los vestuarios.


Al regreso, el Chelsea salió con las mismas intenciones. En una contra, Willian recibió el balón solo en el segundo palo y lo cedió a Schürrle, para que éste lo disparara con fuerza directo al traverso (52’). A continuación, un tiro libre del joven brasilero Oscar, de igual manera, rebotó en el travesaño del portero italiano Sirigu.


Los hombres de Laurent Blanc no aflojaron lo más mínimo. Cavani (72’) y Maxwell (76’) ensayaron el remate sobre el marco de Petr Cech pero sin consecuencias. Seguidamente, un centro largo de Cabaye fue a parar a las botas del delantero uruguayo, cuyo empalme de primeras se perdió ligeramente por encima del larguero (77’).


El París había desaprovechado sus oportunidades y los ingleses replicaron con más acierto. Desde los seis metros, Demba Ba se adueñó de un centro-arco de Azpilicueta que había rebotado en un contrario y superó la salida de Sirigu con una estocada arriba. Pese a una última ocasión de Marquinhos, despejada por Cech (90e+4), los dirigidos por Blanc volvieron a París con las manos vacías y el rostro mas indignado de todos, era el del gigante atacante sueco Zlatan Ibrahimovic, que no tenía consuelo alguno.

Mientras los jugadores del Chelsea festejaban su clasificación para semifinales de la Liga de Campeones tras el pitido final, los parisinos deambulaban aturdidos sobre el terreno de juego. A partir de ahora, el París Saint-Germain se reconcentrará en las dos competiciones en las que sigue en pie: la Liga de Francia y la final de la Copa de la Liga doméstica.




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